Església de Xerta

Iglesia de una sola nave cubierta con bóveda de crucería ocho partida y tres capillas laterales comunicadas entre sí. Hay una capilla adosada de considerables dimensiones con una cúpula que da luz cenital al conjunto. A los pies hay una torre campanario, de estilo neorrománico con arcos de medio punto enmarcados por una cornisa moldurada y rematada por una barandilla con ornamentos de obra. Encima sede en modo de remate hay cuatro esculturas de perros de piedra mirando en direcciones opuestas. Culmina el conjunto un pararrayos de forja de estilo modernista.
Fue reconstruido en 1910 con la contribución del xertolí ausente Fernando Martí. La anterior construcción databa del siglo XVI.

La fachada principal, también los pies, está rebozada de blancos, dejando a la vista los grandes sillares de las esquinas, el zócalo o la puerta. Resulta bastante sobria.

La entrada es adintelada con pilastras adosadas que soportan un entablamento rematado con un saliente. Un poco más arriba hay una ventana rectangular flanqueada en sus extremos por dos hornacinas simétricas con figuras. La zona superior es semicircular, rematada con un óculo.

Junto a la puerta hay una reproducción de obra vista con azulejos pintados que representa un limnígrafo, donde se reproducen en forma métrica los niveles de agua que el río Ebro ha alcanzado en las diversas inundaciones que Xerta ha sufrido. La más fuerte llegó a superar los 10 metros y sucedió en 1787.