Un recorrido por las Coves de Benifallet

Una de las historias más famosas del libro de «Las 1000 y una noches» es el cuento de Aladdin y la lámpara maravillosa. La narración explica cómo el joven se adentró en la Cueva de las Maravillas para conseguir la lámpara con el genio. No hace falta ir hasta el lejano oriente para encontrar una similar a como el ideario la imagina. Te invitamos a visitar las Cuevas Maravillas de Benifallet.

Benifallet se encuentra en el corazón mismo del Ebro. El río le da su personalidad y es en ese enclave donde se llevan a cabo muchas actividades relacionadas con él, que atraen la atención de propios y extraños, convirtiéndose en un polo de atracción turística de primer orden.

Excursiones, kayak, recreaciones históricas, son algunas de las actividades más conocidas y practicadas, pero hay otra que, para los amantes de lo extraordinario y poco común, atrae con una fascinación irresistible: la visita a las Cuevas de Benifallet, en concreto, la Cova Maravelles y la Cova del Dos.
¿Entramos?

La presencia del agua es fundamental en estas construcciones calcáreas, porque el agua excava la roca como si de una gubia se tratara. La cincela dándole todo tipo de formas caprichosas porque el agua, con su plasticidad, es capaz de meterse en el rincón más escondido y en el agujero más profundo consiguiendo, a la larga, abrirse paso. De ahí que las cuevas, las grutas y las simas tengas estas formas caprichosas.

La cueva es el paradigma de la belleza de la naturaleza subterránea. El agua no tiene prisa y sí, sin embargo, mucha paciencia. Las aguas de infiltración van cargadas de carbonatos hasta el punto de que han sido capaces de crear fascinantes formaciones de una belleza misteriosa y abrumadora pero atrayente.

Las cuevas de las que hoy os hablamos son un conjunto de seis grutas, de las cuales sólo dos están habilitadas para la visita turística: la Cova del Dos y la Cova Meravelles.

La primera tiene dos bocas que le dan nombre y un recorrido de 253 metros, con un desnivel de hasta 12 metros en algunos puntos. Tiene una gran sala con formaciones que recuerdan a columnas y banderolas. En la Cova del Dos también hay restos arqueológicos del neolítico lo que demuestra, por un lado su antigüedad y por otro, que la zona ya tenía vestigios de habitantes en un momento histórico en el que las cuevas eran vitales y fundamentales para la salvaguarda de la vida.

En cuanto a la Cova Meravelles, tiene un recorrido de 510 metros de largo. Toda ella está llena de estalactitas y estalagmitas, gigantescas columnas, coladas, macarrones, excéntricas y todo ello crea un conjunto bastante estrambótico, cuyo orden sólo la naturaleza puede desentrañarlo.

La Cova Meravelles se descubrió en 1968 y a nivel turístico se visitan 200 metros que conducen a tres salas:

La Sala de los Lápices, con su gran cantidad de estalactitas delgadas en el techo; y en la parte de tierra tiene una cortina de estalagmitas que rodean a una estalagmita totalmente cilíndrica en forma de vela.

La Sala del Anfiteatro, en cuyo interior se encuentran los gours o lagos que, gracias al agua y al mineral que arrastran, crean unas formas circulares que recuerdan las gradas de un anfiteatro. En esta misma sala existen otras formaciones extrañas: excéntrica, banderas y columnas.

El recorrido finaliza en la Sala de la Música. Es la más pequeña de las tres pero es intensa en estalactitas, estalagmitas, anemolita, columnas, banderas, macarriones y excéntricas. Recibe este nombre porque hay unas estalactitas que parecen unos tubos de un órgano y al tocarse con la punta de los dedos, emiten diferentes sonidos de acuerdo a su longitud y grosor.

Se puede realizar una visita guiada que dura unos 45 minutos, creando una experiencia extraordinaria y fuera de la corriente que, seguro, no te dejará indiferente.