De paseo por Tortosa

Tortosa es una joya por descubrir a nivel histórico, monumental y turístico.

Tortosa es accesible desde la AP-7. Nada más entrar ya se ve que tiene una rica historia que viene de lejos. Fue capital del territorio ibérico de la Ilercavonia y más tarde los romanos la ocuparon y romanizaron al igual que ocurrió en todo el territorio. Hasta que los musulmanes establecieron su asentamiento durante el período Omeya. Tortosa era una joya porque disponía de puerto y estaba bien comunicada por el paso de la Vía Augusta.

Al principio de la época medieval Turtusha fue un reino de taifa, pero con la cristianización y la conquista de Ramon Berenguer IV, cobró todo su peso. El Renacimiento trajo consigo 10 años de guerra civil y una pérdida de peso considerable, pero en el siglo XV Tortosa acogió el debate más importante entre cristianos y judíos, en plena Edad Media.

Tres siglos después las tropas de Felipe V tomaron la ciudad y los franceses la ocuparon entre los años 1811 y 1814. Tortosa vivió unas décadas de esplendor y crecimiento que se vieron truncadas por la Guerra Civil, cuando la ciudad sufrió bombardeos tan intensos que quedó prácticamente destruida.

Tortosa ha llegado hasta nuestros días, pero la huella histórica de tantas épocas vividas está muy presente en sus calles con una cierta estructura de la trama urbana de calles y plazas.

Un conjunto histórico impresionante

Toda la ciudad de Tortosa es un gran conjunto histórico a la orilla del río Ebro. En los últimos años se han realizado una serie de intervenciones para convertirla en un polo turístico único, que ayudan a encajar la historia con la ciudad moderna. Estos son algunos de sus principales monumentos y edificios, cuya visita es imprescindible.

Castillo de Sant Joan o de la Suda

Es una fortaleza que se alza sobre la ciudad, como un increíble mirador sobre el río en la colina central de la antigua ciudad. Es un punto defensivo y estratégico de primer orden. En el castillo se conservan algunas salas, el polvorín, las murallas, el patio de armas y galerías subterráneas. Hoy en día es un Parador Nacional de Turismo.

Otras fortificaciones visitables son el Fuerte del Sitjar, diferentes tramos de la muralla y varias torres, como la del Cordero y la del Prior.

Catedral de Santa Maria

Es un Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional. Se empezó a construir en 1347 y se consagró en 1597. Tiene ábside, girola, presbiterio y tres naves con claves de bóveda de estilo gótico muy refinado. En el altar mayor está el retablo de Santa María de la Estrella del siglo XIV, que muestra escenas del Nuevo Testamento y de la Virgen María. Destacan las capillas de la Virgen de la Cinta y la capilla del Rosario. En el claustro hay 6 relojes de sol y una epigrafía muy interesante. Si visitas la catedral de Santa María no te puedes perder el Palacio Episcopal que está al lado y que contiene el Archivo Histórico Diocesano.

 Reials Col·legis de Tortosa

Son 3 edificaciones de los dominicos ubicadas en la calle de Sant Domènech y declaradas Monumento Nacional: el Colegio de Sant Jaume y Sant Maties, el edificio renacentista más importante de Cataluña; el Colegio de Sant Jordi y Sant Domènech que era la antigua universidad, y finalmente, la Iglesia de Sant Domènech, de estilo gótico.

La Llotja medieval

Es la más antigua de las lonjas conservadas en el territorio de la Corona de Aragón y también la más importante de su época porque establecía el precio del trigo en la vertiente occidental del mediterráneo. Hoy en día se conserva el pórtico del trigo del siglo XIV.

No dejes de visitar, también, el Palau Montagut, el Palau Despuig, el Palau Oriol, el Palau Capmany, el Palau Oliver de Boteller o Casa Villoria, la Casa-palau Abària-Aldana, el Matadero público, el Palau Montagut, el Mercado Municipal, la Iglesia del Rosario, la casa Grego o el Templo de la Reparación, entre otros.

Jardines y zonas verdes interesantes

Cuando en el siglo XIX la ciudad creció, las murallas fueron al suelo y el ensanche tortosino se abrió a futuras calles y plazas. En 1848 se construyó el Paseo del Templo junto al Baluarte de Sant Pere, pero poco a poco se consiguió allanar más terreno en el que, entre otros elementos, se construyó el jardín romántico con rasgos modernistas y afrancesados con una gran variedad de plantas y árboles tan autóctonas como exóticas.

El río Ebre y la ciudad de Tortosa

Tortosa es un enclave perfecto para acercarse al Parque Natural de los Puertos de Tortosa-Beseit y la Reserva Nacional de Cacera y que siguiendo un trazado antiguo conecta la Terra Alta y el Baix Ebre con el Parque Natural del Delta del Ebro, los espacios naturales de la Sierra de Cardó y las cuevas de Benifallet; los conjuntos de Horta de Sant Joan, Arnes o Miravet, los escenarios de la Batalla del Ebro y las actividades fluviales que se ofrecen, en medio de este paisaje tan singular.

Fires i Festes

No puedes perderte ExpoEbre, la feria multisectorial que se celebra en Tortosa y que dispone de un espacio de hasta 5000 metros cuadrados por exposición.

Importantísima la Fiesta del Renacimiento en la que participan decenas de actores y de público llenando las calles vestidas de época, música y fiesta durante cuatro días de la segunda quincena de julio.

“El Esplendor de una Ciudad” es el nombre que recibe la fiesta que recuerda el período histórico del siglo XVI, importantísimo por Tortosa. Se celebran actividades culturales y lúdicas, pero es especialmente destacable la Parada de Armas donde honor de las banderas de la Veguería de Tortosa.

La Fiesta Mayor de la ciudad es septiembre, en honor a la Virgen de la Cinta, patrona de Tortosa. Otra ocasión para visitar Tortosa en fiestas, con actuaciones, música, pirotecnia y todos los actos de carácter tradicional

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