Reserva de la Biosfera
Terres de l’Ebre
Reserva de la Biosfera
Patrimonio natural
En poco más de 30 kilómetros, el territorio pasa del nivel del mar y de los sistemas dunares propios del delta del Ebro a relieves característicos de 1.500 metros de altitud en el macizo de El Port. Esta variabilidad de paisajes induce a una reveladora cuota de diversidad. El río Ebro vertebra la Reserva tanto desde el punto de vista simbólico como ambiental y socioeconómico.
Abundan los ecosistemas acuáticos y su conservación depende de la gestión integral de la cuenca. El caudal y la calidad del agua son fundamentales para el mantenimiento del Delta. La fragilidad del territorio encuentra su máxima expresión en este espacio, puesto que es muy sensible a los efectos del cambio climático. Constituye una de los humedales más importantes del Mediterráneo, donde se citan más de 360 especies de aves y 50 peces.
Destacan el flamenco, la gaviota de audouin y el calamón común. A pesar de su vulnerabilidad, las lagunas, bahías, playas y sistemas dunares se encuentran en buen estado de conservación, conformando paisajes de gran belleza.
En el macizo de El Port, parque natural desde 2001, abunda la cabra hispánica y existen poblaciones estables de especies emblemáticas de la fauna ibérica. Existen encinares mediterráneos con bosques característicos de zonas septentrionales. También los bosques de haya. El hayedo del Retaule es uno de los más meridionales de Europa. La sierra de Cardó conjuga un magnífico entorno natural con huellas visibles de una espiritualidad hoy perdida. En su entorno destaca la tejeda de Cosp, con tejos impresionantes bien conservados.
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