L’Ametlla de Mar convertirá las antiguas oficinas del puerto en un espacio enogastronómico

Ports de la Generalitat ha cedido al Ayuntamiento de l’Ametlla de Mar (Baix Ebre) el edificio de las antiguas oficinas del puerto marítimo. Es una cesión de uso por un mínimo de 15 años y unos 6.000 euros anuales de alquiler.

El consistorio celebra que el municipio pueda disponer de este nuevo equipamiento y prepara un proyecto «alentador» basado en la promoción de la cocina tradicional marinera y los productos del mar, pero también en la enología y el mundo del vino.

El nuevo espacio enogastronómico ‘Cuina de Mar’ permitirá ofrecer talleres y clases prácticas y ser un puente de encuentro del sector. El proyecto está valorado en 400.000 euros y se ha presentado a la Generalitat para hacerlo optar a fondo Next Generation, una resolución que debe resolverse ahora en noviembre.

Como ha explicado el alcalde de la Ametlla de Mar, Jordi Gaseni, «se quiere enseñar a cocinar» para que no se pierdan las «recetas de siempre» de la cocina marinera tradicional, que «no se encuentran en los restaurantes» porque si no se enseña «en casa» no se conocen. El proyecto quiere ayudar a los restaurantes, pescadores y empresas de acuicultura, como Balfegó y el atún rojo y AcuiDelta y los de doradas y lubinas, para ofrecerles un «punto neurálgico» donde trabajar juntos. El Espai Cuina de Mar no se proyecta como «una escuela reglada», pero se equipará con una cocina profesional y ocho espacios de trabajo para poder realizar talleres, cursos o demostraciones (showcooking).

Para potenciar toda esta gastronomía calera y completar el proyecto se quiere incluir el mundo del vino y la enología. La idea partirá para hacer hincapié, por ejemplo, en los vinos de ánfora, cogiendo la relación de pueblo con el vino documentada a partir del barco del siglo II antes de nuestra era, cargado de ánforas, que naufragó delante la costa de Bon Capó. La Ametlla de Mar formaba parte de una ruta de transporte que pasaba por las islas de Sicilia, Cerdeña y las Islas Baleares.

«Queremos que sea un punto en el que trabajar y repasar la vinculación histórica de municipio con la enología», ha remarcado Gaseni. En el pueblo se había cultivado viñedo, sobre todo de la variedad macabeo y en parte del término con terrazas de piedra seca, aunque se abandonó a raíz de la plaga de la filoxera.

El Espai Cuina de Mar ocupará la edición de 200 metros cuadrados está situado en la calle Batlle Pijoan y antiguamente estaban las oficinas del puerto. Ports le ha remodelado y ahora ha probado la cesión al consistorio.

Anterior
Gandesa celebra la 35a. edición de la Festa del Vi de la Terra Alta
Siguiente
La Isla de Buda, un pedazo de paraíso