Las barracas, una forma diferente de alojarse en las Terres de l’Ebre

Ahora que la temporada de primavera y verano vuelve a acercarse, con el acercamiento de la Semana Santa, que ya está en la esquina misma, muchas personas empiezan a pensar en salir de su rutina diaria y disfrutar de unos días de mini-vacaciones, haciendo la diferencia en busca de la calma y las nuevas experiencias.

En este aspecto, las Terres de l’Ebre se convierten en un paradigma peculiar por la gran cantidad de oferta lúdica, gastronómica, festiva y, al fin y al cabo, turística, que ofrecen.

Si quieres ir a pasar unos días de calma en las Terres de l’Ebre, necesitarás un alojamiento. Puedes alquilar una habitación de hotel, un apartamento turístico, una plaza en un camping… las posibilidades son muchas. Pero hoy, en Ebrexperience, queremos presentarte otra: las barracas.

Las barracas son construcciones tradicionales de las comarcas de las Terres de l’Ebre. Hay varios tipos, pero las más rústicas son casas de piedra que históricamente se utilizaban como refugios para los trabajadores del campo y sus familias durante la temporada de cosecha. Hoy en día, las barracas se han convertido en un elemento icónico de la cultura local y atraen a turistas de todo el mundo.

Las barracas están construidas con piedra seca, lo que significa que no se utiliza ningún tipo de mortero para unir las piedras y su construcción es una manifestación artística de una ingeniería basada en el conocimiento ancestral. Cada piedra debe ir colocada en su sitio, de una forma esmerada, para formar una estructura estable y cumplir con su finalidad: mantener el calor en invierno y la frescura en verano, lo que obliga a que las paredes de las barracas deban ser bastante gruesas. Antiguamente las chozas no tenían electricidad ni agua corriente, por eso se utilizaba luz de velas y se recogía agua de un pozo cercano.

En el interior de las barracas se suele encontrar un espacio diáfano donde conviven la cocina, la sala de estar y la habitación. Algunas chabolas también tienen un altillo o una segunda habitación que se utiliza como dormitorio.

A pesar de su apariencia extremadamente humilde, las barracas  son muy apreciadas por su belleza y encanto rústico. Muchas de ellas han sido restauradas y convertidas en alojamientos turísticos, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de experimentar la vida rural como era antes. Incluso algunas barracas han sido declaradas bienes de interés cultural a causa de su valor histórico y arquitectónico.

Además de ser un atractivo turístico, las barracas también tienen un valor cultural significativo. Representan una forma de vida tradicional y un vínculo con el pasado de las Terres de l’Ebre. Y también son un recordatorio de la importancia del trabajo agrícola en estas comarcas, ya que estas construcciones fueron utilizadas por los trabajadores del campo para protegerse del sol y la lluvia durante la cosecha y también almacenaban las herramientas y útiles del campo.

En resumen, las barracas son una parte importante de la cultura y la historia de las Terres de l’Ebre. Estas construcciones tradicionales de piedra seca son un ejemplo de la habilidad y creatividad de las personas que las construyeron y representan una forma de vida rural que ya no existe en la región. Hoy en día, las barracas son un recordatorio de la importancia del trabajo agrícola en la comarca y una muestra de una tradición constructiva perdida y recuperada de las Terres de l’Ebre.

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